viernes, 19 de noviembre de 2010

El sendero, ¿A dónde va?


Beirut, para escuchar mientras lee:  

Caminaba, yo. Sin senda ni destino. Iba por entre los puentes, los edificios, la mierda, los enamorados, los indigentes. 

Iba sola. Miraba hacia el suelo y de vez en cuando hacia el cielo, para ver los semáforos cambiar y dejarme cruzar otra calle sin nombre

No buscaba nada, ni a nadie. Caminaba, por una ciudad fría. Yo caminando por una ciudad tan fría, ¡Yo, con esta alma de viajera!

¡Ah, sí! Viajaba. Viajaba por tus comisuras. ¡Ah, no! Soñaba. Soñaba con tus comisuras cuando otro aguacero vistió de paraguas y sombrillas esa ciudad toda gris por la que, entre sueños, me movía. Y estaba sola. Lejos de Monserrate y lejos de ti. En Bogotá con aguacero y sin ti.

Sin ti [sujeto tácito] sin ti. 

De repente me encontré un camino o ¿me desvié?. Claro, ya no caminaba hacia ti. Ya ni te hablo de tu. 

tú, ni ti. Camino, sí. 

Todavía voy llevando una suerte de nostalgia y camino lento, con un andar distraído voy alejándome de ti. Tú, ta-ci-tur-no. 

El sendero, ¿A dónde va? 

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