lunes, 3 de enero de 2011



Serú Girán - Seminare 
Las letras cumplen a veces la función de escondite, construyen un fuerte en el que puedo entrar y salir sin ser vista, cortan el sonido, amanecen el anochecer. Generalmente las uso como armas, las letras y las palabras me defienden o me libran, o me esconden. 
Aunque también hay ocasiones en las que salen como vómito, liberando la pesadez del alma o de la cabeza, ¿qué se yo? -tampoco me interesa- y se van, y me sueltan. Creo que es porque quizás el escondite que armo con ellas me va quedando chico, y me voy ahogando, me voy llenando de letras y de palabras, ¡qué miedo! creo que a veces también me lleno de certezas, ¡yo!. Yo que estoy hecha para el vacío. 

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