jueves, 13 de enero de 2011

Nomeolvides

Yo estaba con un rictus, cuando senti deslizarse algo de uno de mis pechos. Y era un nomeolvides celeste, diminuto, que salió de adentro.Lo atrapé y se lo di. Él vaciló como si se tratara de un bombon chiquitito o una mosca de ala azulada. Pero al fin, lo comió. Y pidió otro.

Texto de compañía

Marosa di Giorgio

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